La realización integral de contenidos sonoros implica distintas etapas que requieren diferentes saberes y prácticas articuladas y coordinadas a lo largo del proceso en función de un objetivo común. Gestar la idea, darle forma y pulirla, planificarla, reunir los recursos técnicos, humanos y económicos necesarios, preproducir, producir y postproducir demanda que se cubran una serie de roles con funciones y responsabilidades claramente delimitadas, que pueden ser llevadas a cabo por sólo un podcaster o el equipo de producción de un programa de radio en el que, a su vez, cada integrante puede hacerse cargo de más de uno de ellos.
Pocas veces se elige con quién trabajar, no es imposible, pero tampoco lo más habitual. Incluso quien se autoproduce quizás quiera delegar determinadas funciones en alguien más pero por diversos motivos no lo logra. En todos los casos, siempre hay que tratar de mantener en perspectiva que alcanzar la meta exige un trabajo comprometido, solidario y respetuoso. Disfrutar del hacer y la satisfacción por lo logrado, facilitan obtener mejores resultados en menor tiempo. Compartirlo con el resto, generalmente inspira. Reconocer el valor agregado por cada integrante a ese Todo que es más que la suma de la partes, cohesiona y potencia. Asumir la riqueza en la diversidad y vincularse armoniosamente en la diferencia permite construir climas de trabajo sanos y fructíferos.