Este artículo de Alicia Petti, cuyo recorte me acercó un alumno de ISEC cuyo nombre lamentablemente no recuerdo, salió publicado en el diario La Nación, el domingo 1° de octubre de 2006.
Aquí, los cronistas radiofónicos hablan de todo un poco: definiciones, comparaciones, anécdotas..
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Diario LA NACIÓN
Domingo 1° de octubre de 2006
La vida cotidiana vista desde un móvil
Testimonios con humor y adrenalina
-Por si alguien todavía no lo sabe, ¿qué es ser un movilero de radio?
Bigozzi : -Es, primero que nada, un periodista. Además, es alguien que tiene la posibilidad de hacer periodismo neto porque está en la cocina de la noticia. Hay que resolver en poco tiempo qué está sucediendo, recopilar datos, dar el enfoque a esa noticia y finalmente construirla para comunicarla.
Corbalán : -Trabajar en exteriores es darle vida a la noticia, porque el hecho de estar ahí se transforma en una transmisión que va mas allá del hecho concreto por las impresiones, las sensaciones del lugar, lo gestual del entrevistado. Es aportar el condimento extra que pueda tener cualquier otra noticia o diálogo que se pueda hacer desde la radio o en un estudio.
Magnago : -Yo creo que por estar en el lugar se pueden recoger todas las impresiones y así describir el contexto reflejando detalles que hacen hablar a la información a partir de ellos: el clima, la frescura, la agilidad y la inmediatez. Los movileros son los ojos de la radio.
-¿Ustedes ejecutan lo que les indican o también sugieren noticias y temas para cubrir desde el móvil?
Bigozzi : -Hay un poco y un poco. Uno arranca con las directivas que se dan desde el informativo y a partir de ahí puede surgir distintos eventos que surgen en la calle. Está en tus manos la crónica del relato.
Corbalán : -A veces hay muchas cosas para contar y todo depende de la importancia de estos temas para la gente, como por ejemplo el estado del tránsito. En la calle hay que tratar de interpretar qué es lo importante para el oyente, que busca en la radio un servicio.
Magnago : -También es importante pensar que no hay notas iguales aunque sean de un mismo tema. Hay temas que van con un programa y hay otros que no tienen el mismo brillo si para el conductor no es el terreno más propicio. Depende de las características de cada programa.
-¿Cuál es la mayor virtud y la mayor dificultad con la que tropiezan a diario?
Bigozzi : -Ser testigos y construir relatos, porque hemos cubierto hechos que quedarán para la historia. En lo personal es un golpe en la cabeza: la calle te pone ante diversas situaciones que te movilizan y te ayudan a aprender.
Corbalán : -Para mí, la calle es el ejercicio de la comprensión. Se ven todas las situaciones sociales y eso hace que uno se vuelva más tolerante. Empezás a comprender a la gente, por qué piensan distinto y por qué viven distinto. Cada uno tiene su cuota de verdad.
Magnago : -El desafío de los cronistas es incorporar la situación para después poder transmitirla. Es la gran ventaja y el gran desafío.
-¿Y en cuanto a lo negativo? ¿Hay mucha competencia?
Bigozzi : -Puede haber problemas de convivencia, pero hay más solidaridad que competencia entre nosotros. Y hay algunos códigos que se respetan y eso favorece el trabajo. A veces estamos más alborotados por la urgencia o la ansiedad de algún entrevistado menos flexible, pero sólo eso. El riesgo es alienarse, ver a cada nota o personaje como un objeto y no pensarlo como un hecho de la realidad.
Corbalán : -Determinados personajes en la calle pueden ser de una manera y después resulta que no. Uno se encuentra con realidades muy distintas, por eso estereotipar es muy riesgoso, porque uno nunca sabe de dónde puede provenir un aporte rico para la información.
Magnago : -Es necesario tomar un mínimo de distancia, porque ante situaciones tan difíciles, dramáticas o dolorosas uno tiende a quebrarse y eso no es bueno.
-¿Tienen los mismos códigos con los movileros de la TV?
Bigozzi : -Sí. Una complicación para trabajar hoy es que hay muchos móviles en vivo y cuando aparece una imagen en la tele todos corren detrás de esa imagen, que tal vez no tiene en sí ninguna noticia. Cuando aparece el protagonista lo único que te salva es el código. Pero la televisión no es una competencia de la radio.
Corbalán : -Hay una buena convivencia. Generalmente uno se organiza pero no siempre se logra. Depende de la nota.
-¿Cuáles son las notas que más cubren?
Bigozzi : -Ahora hay una tendencia a seguir los hechos de inseguridad, pero hubo épocas en que lo político estaba por sobre todo.
-Imagino que las anécdotas están a la orden del día.
Magnago : -Chiche Gelblung me envió a medir el diámetro de la pizza, su grosor y preguntar qué ingredientes lleva, porque como había pizzas muy baratas y otras no quería saber la diferencia. Resulta que las pizzas más económicas tenían en el medio una especie de agujero donde eran mucho más finitas, así que llegué al negocio con una regla... Fue tan pintoresco como divertido [risas].
Corbalán : -A mí me tocó cubrir un trasplante entre dos amigos que fue muy conmovedor, porque estuve en contacto con las dos familias e hicimos el cruce al aire. Esa situación realmente me emocionó mucho.
Bigozzi : -Cuando el presidente Kirchner se lastimó la frente yo estaba en la Plaza de Mayo y me llamaron varios compañeros diciéndome que había sido mi micrófono el que lo había lastimado. Llegué así hasta los custodios, quienes me confirmaron que había sido una cámara de TV. Pero por unos minutos me sentí muy preocupada.
-¿Sus más importantes recuerdos?
Magnago : -Algo traumático fue el desalojo de la manifestación frente a Brukman, donde había una cantidad impresionante de gases lacrimógenos, y la policía terminó corriéndote a vos porque no distinguía a los periodistas. Fue una situación absolutamente desbordada. En las manifestaciones, si uno se pone del lado de los policías, hay que esquivar las piedras, y si estás con los manifestantes hay que esquivar los gases.
Bigozzi : -Con el episodio de Kosteki Y Santillán me quedé media hora en vivo relatando lo sucedido. Fue una situación de riesgo muy grande. Otro episodio dramático fue Cromagnon, porque en el lugar desde el que daban la lista de las víctimas una pareja accedió a salir al aire y en ese preciso momento recibió la llamada fatal en la que le dicen que su hijo estaba muerto. Yo tenía que salir al aire, sobreponerme a ese shock y poder contarlo. Nelson Castro me sacó del aire y me llamó para preguntarme qué me pasaba.
Corbalán : -Lo más difícil fue la manifestación de Quebracho cuando vino Rodrigo de Rato. No tenía mucha experiencia en la calle y quedé en el medio de la manifestación. Los piedrazos me pasaban a milímetros y en un momento tuve el camión hidrante frente a mí, por lo que atiné a correrme y zafé de esa situación, pero fue terrible ver a la gente abalanzarse frente a la infantería.
Por Alicia Petti