Es ya un lugar común, al menos para los políticos, decir que una nueva Ley de Radiodifusión es "una deuda de la Democracia", ya que la vigente (y modificada durante gobiernos constitucionalmente constituidos) data de la última dictadura militar.
Lo cierto es que, del '83 a esta parte, varios han sido los intentos por saldar esa deuda, pero los intereses involucrados (y, además, el factor de presión que significa) han vuelto imposible que pasemos a ser acreedores.
He aquí el proyecto del actual gobierno que, según prometen (o amenazan), será tratado a la brevedad.